A propósito del coronavirus. Reflexiones, amenazas y oportunidades. Parte I

A propósito del coronavirus. Reflexiones, amenazas y oportunidades. Parte I

Alberto Pardos. Médico. 

Director de Facilita®  Consultoría y del Programa de Facilitación y Liderazgo consciente 2020.

Dibujo de portada Pascal Pineau.

 

 

Estos días circulan toda clase de noticias sobre el coronavirus, desde diferentes puntos de vista y que sirven para justificar las opiniones previas más diversas en una “batalla” por la información. 

 

Hay artículos estrictamente sanitarios, mientas que otros se enfocan en consideraciones políticas, económicas, geoestratégicas, conspirativas... incluso espirituales de la epidemia. Mayormente los artículos se enfocan en una sensibilidad particular o en un punto de vista estático, compartimentado y terminado que contrasta con la movilidad e incertidumbre de lo que va ocurriendo. Estamos en un período VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) al que tenemos que sumar vulnerabilidad y emergencia. Decía George Bateson que los principales problemas del mundo son el resultado de la diferencia entre cómo funciona la naturaleza y cómo piensa la gente”. Esto se refleja en que construimos la sociedad a partir de una visión del mundo estructurada en compartimentos estancos, nos cuesta mantener una visión ecosistémica, y eso nos conduce a las crisis actuales, de las cuáles el coronavirus tiene un impacto global sobre salud, economía, equilibrios geoestratégicos... Comprender las relaciones es especialmente necesario si queremos construir un futuro sostenible y humano a partir de esta experiencia . Dice Juan Gérvasi qué cuanto más incertidumbre hay hacia el futuro, más hay que mirar a los puntos de vista no dominantes. Esos puntos de vista los solemos descartar por que no encanjan con nuestro modelo. Ahora el modelo está en crisis, en oportunidad de mirarlos, de mirarnos y de construir colectivamente algo diferente que sí mire al conjunto. Para ello, además de un pensar vivo, debemos afinar nuestra sensibilidad y cultivar una voluntad más receptiva. 

 

Este artículo pretende construir una mirada más orgánica, quizás provocadora, tratando de que nos sirva para “abrir nuestra mente” aumentando así nuestra capacidad para comprender los múltiples factores y sus interrelaciones dinámicas que intervienen en esta crisis para afrontarla mejorMi enfoque está alineado con una de las claves más importantes que nos señala Otto Scharmeri:“la situación del coronavirus nos brinda la oportunidad para que todos podamos pausar, reiniciar y progresar. COVID-19, como cualquier disrupción, esencialmente nos enfrenta a cada uno de nosotros con una opción: (1) cerrarnos, alejarnos de los demás, y preocuparnos solo por nosotros mismos, o (2) avanzar hacia los demás para apoyar y consolar a quienes necesitan ayuda. Esa elección entre actuar desde el ego o actuar desde la conciencia del ecosistema es una que enfrentamos todos los días, cada hora, cada momento. Cuanto más se hunde el mundo en el caos, la desesperación y la confusión, mayor es nuestra responsabilidad de irradiar presencia, compasión y confianza basada en la acción”.

ihttps://medium.com/@helio.borges/ocho-lecciones-emergentes-del-coronavirus-a-la-accion-climatica-191f54d6fa7

Por los motivos expuestos, antes de comenzar, me gustaría que fueras consciente de tu forma de mirar actualmente la pandemia, qué aspectos te interesan de ella y cuál es tu opinión o sensibilidad previa respecto a esos aspectos que están relacionados y que voy a ir exponiendo uno a uno tratando de no perder esa visión global (incluso si algunas de las fuentes que he utilizado para ampliar mi mirada, se contradicen entre sí).

 

La mirada sanitaria. Qué sabemos del virus y de la evolución de la pandemia.

La información sobre el virus y la pandemia está renovándose constantemente, pero hay algunos datos aceptados por la comunidad científica que en las últimas semanas ya son conocidos por la mayor parte de la población.

 

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden afectar a animales y humanos que causan desde resfriados hasta enfermedades graves como el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) o el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio)

El coronavirus SARS-CoV19 provoca fiebre en casi todos los casos (aunque en la mitad no aparece al inicio) y tos en el 80%, dolor de garganta, malestar y en menor medida mareos incluso diarreas; y en casos graves, dificultad respiratoria. El período medio de incubación es de 5 días.

Los contagios se producen por el contacto cercano con tos o estornudos de las personas enfermas o el contacto con superficies contaminadas al tocarnos ojos, nariz y boca. La contagiosidad depende de la cantidad del virus con la que contactamos y tiempo de exposición. Actualización: se sabe ya que la transmisión es máxima en lugares cerrados en las que se hacinan  personas que hablan por ejemplo un transporte público o un bar...

El diagnóstico habitual se realiza mediante la prueba PT-PCR que cuesta unos 1400€ el kit para 30 análisis (45€ cada uno)ii. A este coste hay que sumar toda la parafernalia de toma de muestras en condiciones de asepsia. Se sabe que la prueba genera bastantes falsos positivos entre los contactos de los enfermosiiiy también hay cuestionamientos acerca de qué mide realmente la prueba.

 

El domingo 15 de marzo, en España había 288 muertos, más de 7.750 personas contagiadas, 517 altas hospitalarias y 382 enfermos en la UCIivEl miércoles 25 de marzo tenemos 3.434 fallecidos y 47.610 contagiados superando a China y sólo por detrás de Italia. Actualización 11 de abril para España:  16.353 personas fallecidas, 161.852 contagiados de los cuáles se han curado ya 16.353 según datos oficiales. A tener en cuenta que hay en torno a 3000-5000 fallecidos en residencias no contabilizados y una enorme cantidad de personas a las que no se les ha hecho la prueba..

 

A pesar de estas cifras, en marzo se consideraba que la letalidad oscilaba entre un 0,6% de Corea del Sur (país en el que se han hecho muchas pruebas), el 2,3% de China y el 7% de las personas que se han hecho la prueba en Italia. Se espera que haya más afectados que no se la han hecho por lo que el porcentaje real será significativamente menor al actual. Con todo, se está considerando que hay un factor genético que hace que la expresión de la enfermedad sea más grave en algunos países mediterráneos. Aunque hay personas que toman el SARS CoV-19 como una gripe, los datos actuales son que presenta mayor letalidad y contagiosidad que ésta (la letalidad de la gripe es al menos cinco veces inferior 0,13-0,16%), mientras que la mortalidad por otros coronavirus como MERS y SARS es muy superior (10%). Nota 1 de abril: Hay autores que consideran que los datos aportados son erróneos, estimando la prevalencia de coronacirus en España en torno a 7 millones de personas, con lo cuál la mortalidad resultaría  aproximada a la gripe estacional pero cinco veces más concentrada debido a su mayor raìdez de contagio.

Comparativamente con otras enfermedades, la gripe produce entre 6.000 y 15.000 muertos del total de más de 400.000 muertesvque hay cada año en España. De estos, más de la mitad de los casos son por la enfermedades cardiovasculares y cánceres, sin despreciar los más de 2500 suicidios que hay cada año (probablemente la cifra real sea cuatro veces mayor), accidentes laborales, etcétera. A nivel europeo, las cifras de muertes por contaminación ascienden a la escalofriante cifra de 800.000 personas al añovi. También son alarmantes las cifras de muertes por iatrogenia (efectos de acciones médicas) que han llegado en EEUU, dóde se practica una medicina defensiva especialmente agresiva, a representar la tercera causa de muerte. Cada muerte es un drama, pero para algunos epidemiólogos, las cifras de mortalidad no se van a desviar significativamente de lo esperado cada año: no va a ser el fin del mundo ni va a diezmar a la población como otras pandemiasvii. Precauciones muchas, pero el pánico está injustificado.

Actualización a 11 de abril; las cifras de mortalidad nos han sorprendido completamente a partir de los datos que teníamos de China y Corea del Sur, la realidad es que el incremento de muertes por todas las causas es casi un 50% en este mes de marzo respecto al mes de marzo del año anterior.

 

El 80% de los enfermos por SARS CoV19 presentan síntomas leves o moderados como una gripe, el 14% hará síntomas graves y un 6% desarrollarán síntomas muy graves como insuficiencia respiratoria. Como una buena parte de los casos se han dado a la vez y los pacientes graves requieren varios días de respiración asistida, el principal problema para resolver la epidemia es el probable colapso del sistema hospitalario, es decir, la insuficiente cantidad de camas de UCI y respiradores mecánicos que provoquen la dolorosa situación de tener que elegir entre los que los necesiten, quiénes se salvan y quiénes no. 

 

Tratamiento: no existen tratamientos específicos para la enfermedad más allá del tratamiento sintomático y soporte ventilatorio en los casos graves. En nuestro país se utilizan la hidroxicloquina (que es bastante tóxica) y la azitromicina (antibiótico) y se están ensayado otros muchos. Se ha comprobado que la posición de decúbito prono (tumbado boca abajo) aumenta las posibilidades de supervivencia de los pacientes graves. Las vacunas, requieren meses de pruebas para que puedan utilizarse de manera segura en humanos, no nos sirven en esta fase precoz. También se sabe que algunos antihipertensivos (IECA´s, ARA II) y el ibuprofeno interfieren en el proceso (siendo prudente evitar este últimoviii). Actualización 11 de abril: Hay personas sensibilizadas con el sobrediagnóstico y el sobretratamiento típicos de nuestro país que sugirieron que era una buena oportunidad para retirar algunos tratamientos innecesarios, el caso es que se ha visto que estos antihipertensivos pueden tener un efecto protector y ahora se está estudiando con más detenimiento. También se están utilizando muchos tratamientos sin ninguna evidencia cientifica de que funcionen (la AEMPS recuerda que ningún tratamiento hasta la fecha ha demostrado efectividad y que para evitar el exceso, sólo se recomiendan tratamientos en el marco de ensayos clínicos controlados, incluyendo la hidroxicloroquina)  y hay quienes sospechan que una parte de los fallecidos puede deberse a la sobremedicación.

 

Los medios de comunicación han ofrecido una sobre-información entre el miedo y el espectáculo que no ha garantizado la educación sanitaria más allá de insistir en que la población se quede en casa. No es que no comenten las normas básicas de cuidado que ofrecen las autoridades sanitarias, es que la gente en estado de shock, perplejidad o sobre-información no retiene los detalles clave. Un puede hacer un esfuerzo enorme de estar confinado y aún así infectarse en alguna interacción poco cuidadosa. Quienes tienen que ir a trabajar o a comprar... se exponen a determinados riesgos innecesarios. A pesar de que hay interpretaciones diversas sobre la pandemiaix, está fuera de toda duda la prevención razonable de los contagios. Se podrían tomar medidas más drásticas como cerrar toda actividad actividad no esencial, pero siempre hay riesgo en las actividades esenciales sanitarias que, por ejemplo en Bergamoxya son la principal vía de contagio). Recordamos las medidas generales para disminuir la exposición al virus:

  • Toser en pañuelos desechables o en la flexura del codo.

  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón. Utilización de la mano no dominante para tocar manivelas, monedas y otras superficies de riesgo.

  • Limpieza frecuente de superficies contaminadas. Utilización de guantes para hacer la compra en los supermercados. Después, lavado de manos y de los artículos comprados con solución alcohólica, dióxido de cloro diluido, o agua y jabón. No tocarse la cara con los guantes o las manos después de haber tocado productos no seguros. Desechar bolsas y embalajes.

  • La OMSxisólo aconsejaba el uso de mascarillas para los contagiados y profesionales que atienden a enfermos o personas de riesgo. Nota a 1 de abril: Este punto ha resultado controvertido por la extensión de los contagios y ahora sí las recomiendan.

  • Aislamiento de enfermos y portadores (en España de toda la población).

 

Entre lo que no sabemos es la procedencia del virus, la versión oficial especula con que el reservorio son algunos animales salvajes como murciélagos y pangolines que se comen en China desde hace siglos. También hay quienes opinan que es un virus de laboratorio, o al menos que algo artificial ocurre para que un virus salte la barrera entre especies (campos electromagnéticos, contaminación ambiental...)

 

Evolución de la enfermedad. Desde el comienzo de los primeros casos, los epidemiólogos han tratado de prever el comportamiento futuro de la enfermedad. Especialmente en relación a la capacidad del Sistema Sanitario de atender a los enfermos sin saturación, ni colapso. Esto ha llevado a valorar la diferencia entre no hacer nada y que la población se contagie para adquirir inmunidad de grupo (como han hecho EEUU y Reino Unido) o tomar medidas tempranas de contención (como han hecho algunos países asiáticos como Corea del Sur, Taiwan o China ) y europeos como Suecia y Alemania. Si no se interviene pronto, los casos crecen rápidamente formando una curva en pico (en color rojo en la imagen), mientras que si la prevención es precoz, la curva de casos es más aplanada (color azul), lo cuál la mantiene dentro de la capacidad del sistema sanitario.

La concepción mayoritaria del proceso es todavía estática y eso se refleja en que todas las imágenes que he encontrado en Internet representan la capacidad del sistema sanitario como una línea horizontal cuando es evidente que la línea es ascendente ( y que he representado con una línea negra sobre la imagen) ya que el Sistema Sanitario evoluciona y recibe mucho más recursos de los que disponía inicialmente. El aprendizaje nos ayuda a prevenir la enfermedad y la inmunidad de quienes han pasado la enfermedad deja al virus con menos "clientes" por lo que llegado a un pico, la pandemia tenderá a bajar.

 

 

Ampliando la mirada sanitaria.

La casi totalidad de la información de los mass media está orientada según el paradigma de salud “mecanicista” en el cuál lo importante es el microbio (doctrina de Pasteur) y se soslaya la observación del “terreno” y en qué medida podemos comprender esas interrelaciones para reforzar nuestro sistema inmunitario y que no seamos tan vulnerables a las infecciones. La población apenas sabe que en el organismo de una persona sana hay más microorganismosxii(virus, bacterias...) que células y que cumplen funciones esenciales para la vida, entre ellas la digestión. La imagen del funcionamiento del organismo humano  se aproxima más a un "ecosistema" que  busca continuamente su homeostasis o equilibrio con el medio interno y externo, que a un "mecanismo biológico" en guerra permanente con el entorno. Desde esta óptica, no sólo hay que contener el avance del virus sino equilibrar el medio interno y muchos tratamientos que se están dando, de manera experimental, sólo miran el campo de batalla y a su vez tienen una buena cantidad de efectos secundarios que dificultan ese equilibrio.

 

En el caso del coronavirus, una parte de las personas expuestas no llega a contagiarse y muchas personas enfermas permanecen asintomáticas o con pocos síntomas. La edad es un factor determinante en la mortalidad, pero sigue habiendo una enorme variabilidad que permite un amplio margen para medidas de auto-cuidado que se sumen a la prevención de los contagios. Para cuidar la inmunidad, tenemos que mover el foco de la enfermedad hacia la salud, como sugiere la Teoría Uxiii.

 

Según esta Teoría, el “sistema operativo” o modelo de atención sanitaria evoluciona desde el 

1. Modelo centrado en el médico, abriendo la mente hacia el 

2. Modelo centrado en las pruebas (MBE). Si abrimos nuestra sensibilidad, podemos pasar a captar e integrar las necesidades específicas de cada paciente en el

3: Modelo centrado en el paciente y si seguimos profundizando llegamos al

4: Modelo enfocado en desarrollar nuestra salud (Salutogénesis).xiv

Esta primera reflexión nos orienta hacia cómo cuidar mejor nuestra salud en estos tiempos.

 

Salud y emociones.

Una de las emociones más dañinas para la salud es el miedo. Cuando se descubrió el virus del SIDA, antes de que se desarrollaran los antirretrovirales, el pronóstico de la enfermedad era muy malo, muchas personas que habían sido portadoras durante tiempo sin apenas síntomas, cuando por otro motivo se les comunicaba el diagnóstico de VIH, enfermaban rápidamente y morían, es decir, cuando se les ponía la etiqueta “vas morir de forma inminente”. Y así lo hacían, como si de una profecía autocumplida se tratase. A la vez, es sorprendente como hay monjas y otras personas entregadas al cuidado de enfermos contagiosos en países pobres y en condiciones muy duras que no llegan jamás a contagiarse. Parece que ese estado interior de “no miedo” les protege. Con esto no quiero decir que ante esta pandemia no se mantenga la prudencia y se eviten los riesgos de contagio innecesarios, simplemente pongo el foco en aquello que puede ayudar a nuestra salud, puesto que a pesar del confinamiento masivo, sigue habiendo muchas interacciones delicadas cuando se va a la compra, en las empresas “esenciales” que están abiertas, en la atención y cuidado de enfermos, etcétera. El caso es que la preocupación por un futuro laboral incierto que tienen millones de personas en nuestro país y el aislamiento forzado, genera miedo, estrés y “perjudica gravemente la salud”.

 

Observo (marzo 2020) cada día que hay personas que van solas por la calle con mascarilla, cuando según la OMS no les haría falta y esas mismas personas no llevan guantes cuando tocan las puertas de los supermercados o mejor tiendas de alimentación de los barrios donde compran. También hay personas superprotegidas que pasean al perro y no hacen nada cuando se junta con otro perro y se empiezan a relamer el uno al otro (los animales). Tampoco la gente sabe cómo quitarse la mascarilla y los guantes, la verdad es que fuera de un quirófanos es difícil prestar atención a qué tocamos y con qué mano para diferenciar lo que puede estar contaminado de lo que no. Dentro del sensacionalismo se encuentran noticias del estilo “anciana de 99 años con patologías previas tercera víctima del coronavirus en Españaxv”. En este caso, los medios masivos ponen el foco en la guinda, en el desencadenante último del fallecimiento y “olvidan” TODA la tarta previa, (el desencadenante final del fallecimiento de esa señora hubiera podido ser cualquier catarro leve, incluso la picadura de un insecto y no hubiera interesado a los Medios). Mientras que la comprensión de la enfermedad y la prudencia nos ayudan a protegernos del contagio y superar la enfermedad, el pánico y la intoxicación extendidos a través de los medios de comunicación nos vuelven más torpes y rígidos, lo que se traduce en intolerancia. 

 

Se sabe que el confinamiento, la falta de ejercicio, la soledad, la depresión y el estrés perjudican la salud y también la pobreza. Entre los determinantes de saludxvi(los factores que influyen en nuestra salud), los porcentajes sitúan al Estilo de Vida con un 47%, seguido de su Biología (27%) el Medio Ambiente (19%) y finalmente el Sistema Sanitario (11%). Las inversiones económicas en estos ámbitos son casi inversamente proporcionales, el sistema sanitario se lleva la mayor parte (justificadamente) pero se olvida sistemáticamente cuidar el estilo de vida. Contrariamente, la mayoría de anuncios televisivos ofrecen productos de consumo para nuestros deseos que no siempre mejoran nuestra salud.

 

No todo es esperar pasivamente haciendo nervios, hay herramientas que han demostrado mejorar la salud y que podemos practicar para activar nuestra inmunidad: Mindfulness, yoga, respiración, Tai Chi, Chi kung, bailar, cantar... También ayudan los paseos, ejercicio moderado y muy valioso el tomar el sol aunque sea en la ventana. Imprescindible tener una higiene de sueño cuidada evitando la luz y las pantallas en la última hora antes de acostarse y dormir al menos 6 horas. ¡Más poesía y menos televisión!

 

Relacionarse con otras personas, divertirse y sentirse parte de un grupo o comunidad es también una ayuda. Por supuesto llevar una alimentación sana (sin pesticidas, hormonas ni conservantes), con alimentos vegetales de temporada, cereales, legumbres, frutos secos... con un menor consumo de carne y azúcares nos permite responder mejor a las enfermedades infecciosas. 

 

Hay partidarios de los tratamientos naturales que tienden a sobreestimar los beneficios teóricos de algunas medidas que no encajan tan bien en nuestra ajetreada civilización occidental mientas que muchos detractores se muestran dogmáticos seguidores de una concepción mecanicista de la salud y creen estar en posesión de la única ciencia. Entre medias, hay muchos recursosxviique nos pueden resultar útiles y que no siempre son contradictorias.

La medicina naturista pone mucho el foco en la prevención y han considerado la echinacea como una planta que estimula la inmunidad. También recomiendan las infusiones de tomillo o eucalipto. La fiebre es un mecanismo natural de defensa del cuerpo, cuando la fiebre está alta, virus y bacterias no pueden replicarse igual. El consumo de paracetamol alivia los síntomas pero también alarga el proceso. Si la temperatura es soportable, no conviene bajarla innecesariamente (salvo en casos de niños con tendencia a las convulsiones febriles). Las calorías que tomamos con la comida aumentan nuestra temperatura corporal, los niños suelen perder el apetito, los adultos pueden hacer dieta suave o ayunar. Beber abundantes líquidos nos ayuda a prevenir la deshidratación. 

 

A pesar de que en los últimos años ha sido muy atacada, conviene saber que la homeopatía ganó fama ante algunas epidemias previas. En la Unión Europea hay 45.000 médicos que la practican y 200-400 millones de usuarios en todo el mundo. Sus detractores más radicales creen que sólo tiene efecto placebo. Los estudios estadísticos al respecto pueden interpretarse en uno u otro sentido según la sensibilidad de cada lectorxviiisi bien la capacidad de difusión de los detractores es muy superior a la de sus defensores y usuarios. El caso es que placebo o no, si una persona considera que le puede ayudar (más de la mitad de la población española lo está), la relación calidad-precio de la homeopatía es estupenda. El reconocimiento de los pacientes por la homeopatía radica en que es un tratamiento individualizado por lo que lo ideal es que cada persona pueda consultar a un médico homeópata que le haga el seguimiento (longitudinalidad). Con todo, también se puede utilizar de forma "alopática", es decir, dar a todo la población el mismo remedio como preventivo. El Ministerio AYUSH de la India, recomienda como prevención el Arsenicum Album 30CH, tres gránulos una vez al día durante la primera semana y una vez por semana en las siguientes. En Cuba también se está repartiendo medicación homeopática (una fórmula compleja) por parte de las autoridades sanitarias. En el caso de presentar síntomas, es conveniente personalizar el tratamiento, pero suele funcionar bien la Bryonia 9CH o Eupatorium (3 gránulos cada ocho horas). Con un bote que cuesta 4-5€ (en nuestro país sólo se puede comprar en farmacias) se puede atender a una familia entera durante bastante tiempo, eso sí, tomar estos tratamientos no exime del deber de prudencia que ya hemos señalado. 

 

Y finalmente, padecer una enfermedad infecciosa tipo gripe, aunque en el caso del Covid 19 pueda ser bastante más grave en algunas personas, es también una oportunidad de descansar en profundidad, de “resetearnos” y de conectar de otra manera con lo que da sentido a nuestra existencia, lo cuál, es preciso tenerlo en cuentaxix. Más fácil todavía es hacerlo si estamos en casa, sin estar enfermos.

En algunos países como Alemania tienen amplia experiencia en integrar la medicina convencional y complementaria. Habrá que estar atento a si generan investigaciones de cómo se pueden erniquecer mutuamente estos enfoques.

En tiempos de las fake news o noticias falsas no faltan mensajes que circulan por las redes con informaciones erróneas, no probadas o falsas. Los medios masivos pueden tomar como noticias falsas aquellas que les perjudican y hay webs contra bulos de salud pagadas por la industria sanitaria, es decir, tampoco son fiables. La OMS (también recibe mucha financiación privada pero es más cuidadosa en esto) ha recogido algunos bulos y los señala en su webxx.

 

Dentro de la asistencia sanitaria y cultural está el acompañamiento al final de la vida. Nuestra cultura tiene una concepción particular sobre la muerte diferente a la que hay en Oriente o la que puede haber en Latinoamérica o África. El modelo médico dominante no comprende las leyes de la Vida y por eso considera la muerte como un fracaso. Pero que cientos de personas mueran en soledad, desatendidas, tratadas como apestados, sin que nadie haga nada por buscar soluciones para atenderles y despedirles, no es sólo un fracaso del modelo médico, es una absoluta indignidad social, es un fracaso cultural completo que debiera hacernos reflexionar sobre que mierda de sociedad hemos creando. Ya sé que estos términos no se utilizan en artículos de webs comerciales que ofrecen servicios de asesoría y facilitación. Entiendo que queda poco serio y poco elegante, ya es bastante atrevido opinar. Suena mal, sí, pero es la dura realidad. Ni siquiera podemos echar la culpa al sistema o a los políticos. La sociedad la co-creamos entre todas las personas que participamos en ella. La muerte de cientos de personas sin atención ni acompañamiento familiar es tremendamente indignante y nos tiene que llevar a una reflexión muy seria: ¿Qué tipo de sociedad queremos construir desde ahora mismo?

 

Respecto al confinamiento.

Una cosas es llegar al Gobierno y otra cosa es llegar al Poder y éste está bastante repartido. Nuestro presidente del gobierno actúo tarde, mientras que varias ministras, ya infectadas, participaron irresponsablemente en la manifestación multitudinaria por el día de la mujer. Es cierto que el movimiento feminista ha cobrado mucha fuerza y si se hubieran prohibido estas manifestaciones, lo podían haber tomado como personal, y el coste político hubiera sido muy alto. Nadie dijo que gobernar fuera fácil. Pero desde la facilitación no se busca atacar al gobierno, sino comprender los aciertos y los errores y también los contextos sistémicos complejos dónde se toman las decisiones. No era fácil decidir lo adecuado por muchos factores, desde la costumbre, los mecanismos de toma de decisiones, la cultura "rebelde" de la sociedad española, los intereses crados en torno al poder y un largo etcétera que venía de muy lejos. Muy probablemente, cualquier otro partido hubiera cometido los mismos o parecidos errores en la gestión.

Volviendo a esos días del comienzo del confinamiento: tampoco se suspendieron, ni siquiera se jugaron a puerta cerrada los partidos de futbol. Ambiente primaveral y mucha gente entretenida, que no quiere recluirse y menos por la imposición de un gobierno que no daba ejemplo; tampoco lo daba la oposición, con Aznar y Botella marchando del gran foco madrileño hasta Málaga con sus escoltas y menos Vox celebrando su reunión el mismo día 8 de marzo. La gestión  de las comunidades gobernadas por otros partidos políticos es incluso más deficiente que la del gobierno central.  La responsabilidad no es sólo de la clase política y sus procedimientos, también es de todo el sistema, incluyendo el sector académico y por supuesto los medios de comunicación crispando el ambiente. El retraso inicial en tomar medidas nos hizo perder un tiempo muy valioso para preparar hospitales y test y eso ha derivado en una gran extensión de la epidemia, que ha obligado posteriormente a tomar medidas más restrictivas de las que hubieran sido deseables, si se hubiera desarrollado una estrategia más cuidadosa mirando los ejemplos de Corea del Sur, cuya gestión es una de las más exitosas combinando detección temprana, tecnología, colaboración ciudadana y confinamiento selectivo de las personas afectadas y/o de riesgo pero sin paralizar la economía. En Europa tenemos el referente de Suecia.

En estos momentos, la mayoría de autores consideran que las medidas de confinamiento han sido demasiado tardías lo que ha favorecido la expansión del virus. Al comienzo de la epidemia, los datos disponibles parecían orientar a que sería un nuevo “que viene el lobo” como ocurrió con el escándalo de la gripe A que luego se supo que hubo mentiras y grandes intereses económicos detrásxxi.Conforme fuimos teniendo más datos del SARS CoV19, comenzamos a considerar que las reuniones eran peligrosas. El 8 de marzo, ya había acceso público a información suficiente para desaconsejar los eventos públicos. Las autoridades miraron a otra parte cuando permitieron eventos multitudinarios y mantuvieron el hacinamiento en el transporte público. Las decisiones de los gobiernos son complejas, pero también disponen de mucha más información y más temprana a través de sus instituciones e incluso de sus servicios secretosxxiique pueden matizar las informaciones dudosas y complejas (con sus relaciones económicos, estratégicas...) que nos llegaban del avance de la enfermedad en China y demás países asiáticos. Aquí se entroncan las cuestiones sanitarias con las geoestratégicas que analizaremos después. La información procedente de China era considerada poco fiable y tomada con  mucha cautela. Las medidas de represión y confinamiento nos parecían impensables en una sociedad moderna y democrática como la nuestra. Estábamos muy cómodos en nuestra vieja Europa. No se podía saber si esos datos eran ciertos o había un interés en magnificar o disimular la epidemia que se daba en plena guerra económica y geoestratégica con EEUU por la hegemonía mundial. ¿Por qué reaccionamos tarde y mal? ¿Podría ser que alguien estuviera dando mala información para provocar la pandemia como ocurrió con las armas de destrucción masiva de Irak que nunca aparecieron? No lo creo, el retraso gubernamental en tomar medidas eficaces se puede comprender observando la estructura y equilibrios de poder en nuestro país, la lentitud de los procedimientos políticos y la visión tranquila y generalizada de los primeros días, coincidente con la de otros países europeos, incluida Italia que también reaccionó tarde. Hay muchas cuestiones sobre la gobernanza que deberían cambiar hacia una mayor participación de la sociedad civil y la inteligencia colectiva ante desafíos complejos en los que los gobiernos no pueden atender  a las particularidades de cada ámbito y territorio dando una respuesta única hospitalo-centrista (desaprovechando a la atención primaria de salud), urbanocentrista (desentendiendose de las particularidades de la vida rural) , verticalizada y policial (medio millón de sanciones en un mes)  de alto coste emocional para la población y limitado efecto sanitario.

Actualización a 12 de abril: el estudio de la evolución de la curva epidémica, parece reflejar que la mayoría de casos se habían extendido a principios de marzo, por lo tanto, a pesar de que el confinamiento ha sido de los más duros del mundo, ha tenido un impacto escaso en disminuir los contagios y las muertes que han seguido la llamada "distribución normal" de cualquier epidemia. Fuente: https://www.actasanitaria.com/covid-espana-culpables-impunes/?fbclid=IwAR1V-7Eg6fN9zFhlVYLRSWKazgrh4V56Vf1j6HSJY6FOrBFY2AzK2-hm_V8.

Otro asunto que sí me resulta inexplicable que con todas las fronteras cerradas, con millones de ciudadanos europeos confinados en sus casas y vigilados por sus propios vecinos, más de 20.000 soldadosxxiiiamericanos vengan a Europa a unas maniobras. ¿Es este el mejor momento? ¿Nos estamos perdiendo algo mientras los Mass Media se ocupan únicamente al recuento de muertos y las historias emocionales? Cuanto menos resulta contradictorio...

Como en una buena trama de suspense, tenemos muchos ingredientes que apuntan la responsabilidad a diversos lugares y a la vez tenemos también múltiples posibilidades para encarar el nuevo futuro que se nos presentará después de la crisis y que se empieza a fraguar ahora en las mentes, los corazones y las manos de toda la Humanidad en su conjunto.

Estamos en un momento histórico clave. Todas la inercias están "suspendidas", todas las posibilidades abiertas ya AQUÍ y AHORA. 

Continuará con una mirada socioecómica AQUÍ, geoestratégica y sobretodo con propuestas de acción.

 

 

iiJuan Carlos Barba en programa de radio Economía Directa.

vhttps://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/mortalidad/docs/Patrones_Mortalidad_2016.pdf

vihttps://www.lavanguardia.com/ciencia/cuerpo-humano/20190312/46999524021/contaminacion-causa-800000-muertes-prematuras-europa.html

viiiLa toma de ibuprofeno ha generado polémica, el Gobierno francés lo ha desaconsejado por qué de los cuatro muerto jóvenes con covid 19, tenían en común que habían tomado ibuprofeno. La AEMS no lo desaconseja. Mi opinión es que siendo un medicamento que no cura, solo alivia los síntomas, es mejor evitarlo y sustituirlo por paracetamol (aunque es menos potente). 

xiiiLa Teoría U se ha desarrollado en el Massachusetts Institute of Tachnology por el profesor Otto Scharmer. En esta misma web podrá encontrar numerosos artículos sobre la Teoría U, incluso algunos en relación a la salud.

xivTabla Salutogénesis.

xixVíctor Frankl fue un psiquiatra vienés que estuvo confinado en un campo de concentración nazi y perdió a toda su familia. Allí observó que las personas que sobrevivían en esas duras condiciones eran quienes tenían un propósito claro en la vida. Lo describe en su conocido libro “El hombre en busca de sentido”.

xxhttps://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters?fbclid=IwAR387GTexrOy-YPiJqAkBG6FgkqSzlQgjMXr08ZZE_MlwQGRxDlfO_IZDJc

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